La existencia corpórea se ve adulterada permanentemente.
Las sombras se apropian del movimiento, adquiriendo vida colateral.
Pero... ¿qué sucede cuando las sombras chocan entre sí?
domingo, 1 de junio de 2008
"Dispersión"
"Componer y descomponer, el continuo ciclo de la naturaleza". Fotografía tomada en la República de Irlanda.
La naturaleza es un caos dentro de un orden establecido. Es un re-comenzar permanente en virtud de la supervivencia de la especie. En este sentido, la naturaleza es una sumatoria de sucesos violentos, despiadados. El Hombre, como parte de la naturaleza, posee las características básicas en su composición. Pero escapa a la regla general de la naturaleza en tanto posee un espíritu y un alma que lo diferencian. Ese componente espiritual le otorga la conciencia de la realidad y por lo tanto, lo motiva para la contemplación del prójimo. Este caracter distintivo es lo que provoca que el devenir de la humanidad no necesariamente cumpla el ciclo de la naturaleza. Está ligado a él en espacio y tiempo, pero en todo caso, la evolución de la civilización humana se produce en un crecimiento espiralado, superador, cada vez. Esa es, precisamente, la misión del hombre: la transformación del entorno y la generación de la armonía dentro del caos imperante.
Me alegra pensar en un destino espiralado porque en lugar de "destino" (mal dicho) ser�a una construcci�n y creo que desde all� tenemos m�s chances para la creaci�n.
4 comentarios:
La frase me invita a pensar en: -¿la realidad humana responde indefectiblemente al ciclo de la naturaleza? ¿por qué?
perdón...por qué? si tu respuesta es afirmativa.
La naturaleza es un caos dentro de un orden establecido. Es un re-comenzar permanente en virtud de la supervivencia de la especie. En este sentido, la naturaleza es una sumatoria de sucesos violentos, despiadados.
El Hombre, como parte de la naturaleza, posee las características básicas en su composición. Pero escapa a la regla general de la naturaleza en tanto posee un espíritu y un alma que lo diferencian. Ese componente espiritual le otorga la conciencia de la realidad y por lo tanto, lo motiva para la contemplación del prójimo.
Este caracter distintivo es lo que provoca que el devenir de la humanidad no necesariamente cumpla el ciclo de la naturaleza. Está ligado a él en espacio y tiempo, pero en todo caso, la evolución de la civilización humana se produce en un crecimiento espiralado, superador, cada vez.
Esa es, precisamente, la misión del hombre: la transformación del entorno y la generación de la armonía dentro del caos imperante.
Me alegra pensar en un destino espiralado porque en lugar de "destino" (mal dicho) ser�a una construcci�n y creo que desde all� tenemos m�s chances para la creaci�n.
gracias por tu respuesta, saludos!
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