lunes, 1 de septiembre de 2008

"Undo planet"

La A.I.A. (Agencia Interestelar de la Argentina) envía una misión al planeta Undo, más conocido por su nombre en inglés: Undo planet.
Bien sabido es (y si no, valga aclarar aquí) que se le ha asignado ese nombre debido a que "undo" (o su fonética en inglés "andú") significa "deshacer". Se ha descubierto que los seres que habitan Undo planet cuentan con la propiedad de dejar sin efecto actos realizados en su vida, con sólo pronunciar: "¡UNDO!"

Esta característica de los habitantes de Undo planet ha despertado fervientes perspectivas para Argentina, debido a que, según un estudio antropológico, se ha comprobado que más de la mitad de los actos producidos por sus habitantes serían pasibles de ser anulados para producir uno superador en su reemplazo.
Por lo tanto el Gobierno de aquel país le ha encargado a la A.I.A. la concreción de una misión de exploración a Undo planet.
Una vez "undizado" (equivalente a "aterrizado") el cohete, la tripulación desciende y es recibida por una comitiva de recepción del planeta anfitrión. Sendos adminículos electrónicos ofrecen la traducción simultánea de la conversación:
Comité de recepción (CR): Bienvenidos a nuestro hogar, ¿en qué les podemos ser útiles?
Tripulante argentino (TA): Buenas tardes. Nos envía el gobierno de Argentina, planeta Tierra, para aprender sobre vuestra cultura. Antes de comenzar y para sentirnos más en casa, ¿podemos izar nuestra bandera patria?
CR: ¿Bandera? Por supuesto, siéntanse como en su casa.
TA (desconectando el traductor electrónico): ¡Cacho, bajá la bandera que estos no entienden nada!
CR: Bonito paño, es inspirador, ¿verdad?
TA: ¡Por supuesto! ¡Nosotros defendemos los colores de la camiset... perdón, de la bandera, a muerte!
CR: Imagino que el viaje ha sido agotador, ¿desean pasar a tomar algo caliente?
TA: ¡Oh, muchas gracias! (Cacho, bajá el mate por las dudas...).
Una vez en el salón de recepciones:
CR: ¿Qué es lo que desean saber precisamente sobre nuestra cultura?
TA: Mire, Señor...
CR: Meagocargo, Siempre Meagocargo.
TA: (Cacho, ¿dónde nos mandaron?). Muy bien, Señor Meagocargo, en nuestro país tenemos una característica: siempre estamos errando en las decisiones y nos damos cuenta del error una vez que el daño ha sido provocado. Por lo tanto, queremos aprender de ustedes, a fin de anular los errores, sin padecer las consecuencias. ¿Me explico?
CR: Creo comprender, Señor...
TA: Confío, Alsídes Confío.
CR: Señor Alsídes Confío, nuestro sistema consiste en tomar decisiones una vez que son evaluadas exhaustivamente, teniendo en cuenta, sobre todo, el impacto que ocasionará sobre los demás habitantes del planeta. Nunca aceptamos una práctica sin antes estar completamente seguros de sus implicancias hacia el prójimo. Luego, si comprobamos algún error ("undanos" somos) procedemos a anularla.
TA: ¿Sabe lo que pasa, Señor Meago... ¿puedo llamarlo Siempre?
CR: Oh, por supuesto...
TA: ¿Sabe lo que pasa, Siempre?
CR: Dígame...
TA: En Argentina, si nos ponemos a evaluar tanto, nos pasan por arriba, ¿entiende? Necesitamos algo rápido, sin tantas vueltas. "Me equivoqué, digo: ´¡UNDO!´ y se acabó..." ¿Me capta?
CR: Confieso que me cuesta un poco, Señor Alsídes Confío. No obstante, quiero invitarlo a Usted y a su tripulación a dar un breve paseo por nuestro planeta.
TA: ¡Con todo gusto! (Cacho, traé la cámara, así, después sacamos ideas...).
CR: Como verá, Señor Alsídes Confío, un clima de absoluta calma y respeto se vive en nuestras calles. El desafío de cada uno es manifestarse con un grado adicional de caballerosidad para con el otro, esforzándose por adelantarse a ofrecer el paso, brindar ayuda, solucionar un problema...
TA: Sí, veo... (Cacho, ¡tenían que ser extraterrestres éstos, eh..!).
CR: ... Vemos en el otro una oportunidad para extraer lo mejor de cada uno, a la vez que intentamos destacar las virtudes del prójimo para replicarlas en cada uno de nosotros.
TA: Señor Siempre, todo esto es realmente impactante. Pero, comprenda, todas estas cuestiones no pueden aplicarse en mi país. Tenemos una idiosincrasia diferente... Necesitamos algo para zafar, ¿entiende? Por ejemplo, si explota una fábrica de explosivos en una ciudad y mueren decenas, o si declaramos la guerra a una super-potencia mundial y nos arrasan, poder pronunciar el "¡UNDO!" y decir: "acá no pasó nada"... Sin complicarla tanto, ¿me interpreta? (guiñando un ojo).
CR: Muy bien, creo que sé lo que puedo ofrecerle (guiñando un ojo). Deberá acompañarme usted solo.
TA: Con todo gusto. (Cacho, si en diez minutos no vengo, avisá a la base, porque es un "secuestro express").
El anfitrión invita a pasar al viajante a lo que podría llamarse "oficina" en el planeta Tierra. Solo que en este caso, se trata de un espacio a la vez cerrado y a la vez con una acústica y ambiente característicos de una geografía montañosa.
CR: Deberemos hablar en voz muy baja y sin ademanes, ya que este lugar está plagado de micrófonos y cámaras de video... Señor Alsídes Confío...
TA: ¡Oh, por favor, a esta altura puede llamarme Alsídes...!
CR: Señor Alsídes, como en todo lugar organizado, en Undo planet también manejamos un mercado negro. En este caso es un mercado negro de undos. ¿Me entiende?
TA: Creo que no logro comprenderlo...
CR: Bien. Sabrá Usted que cada habitante dispone de un número máximo de diez undos. Pues bien, hay organizaciones que se dedican a robar algunos undos por aquí, otros undos por allá y luego los venden en el mercado negro. Son las llamadas Me. Undo Negro (Mercado Negro de Undos).
TA: ¡Ajá! ¡Esto comienza a interesarme...! Prosiga.
CR: Dependiendo de la cantidad de undos que necesiten, podríamos organizar envíos periódicos a su país y así ayudarlos en la resolución de sus problemas. ¿Qué me dice?
TA: ¡Perfecto! Ya mismo puedo hacerle el primer encargo: me llevo 40 millones...
CR: Creo que con un esfuerzo podemos llegar a esa cifra. Eso equivale a la suma de 400 millones de la moneda interestelar. ¿Trae con Usted ese monto?
TA: Permítame comunicarme con mi tripulación. (Cacho, podemos llevar 40 millones de undos a 10 cada uno. ¿Qué opinás? Y... en Argentina los vendemos fácil a 30 cada uno. ¡Y te lo sacan de las manos! ¿Dale? ¡Listo! Ocá, te aviso).
Señor Siempre, trato hecho. Aquí está su cheque.
CR: Muy bien, a ver... Bien, todo en orden. Muchas gracias Señor Alsídes Confío...
¡UNDO!
TA: ¡Cacho, caímos. Estamos en el horno!

Fue así como se perdió para siempre la esperanza de los argentinos.

Moraleja: Nunca confíes demasiado en un extraterrestre de
Undo Planet. Se dice que entre ellos se respetan, pero consumen la mayor parte de sus UNDOS con terrícolas desprevenidos.

1 comentario:

Laura Alperovich dijo...

Buenísimo. Ingenioso y divertido. Me encantó el me undo negro.