miércoles, 1 de abril de 2009

"De parto"

La voz de tu voz se ha disparado ya, al cruce de espacios

donde el flujo correntoso es sólo, unívoco, monocromo.

Está a punto de derramar la riqueza de sus colores,

a punto de teñirlo todo, para siempre, para nunca más.

Envuelta en ecos de ecos, en madejas de hilos que se ocultan,

tu voz contiene la permanencia de lo que ya no es,

pero que raspa por la superficie de su derecho a revivir.

La fuerza del aliento ha asomado de las profundidades cavernarias,

ha abierto paso de entre gruesas pilas rocosas,

ha delineado vetas contorneantes y difusas.

El fuego de tu voz se posará -ese es su inequívoco destino-

correrá abismos y se posará en la plataforma de aterrizaje,

sobre el ocaso de organismos que pugnan por deshilacharse.

El fuego llegará a rociar su descarado hervor,

chamuscará hasta el núcleo de la materia inerte,

convocará a la vida, le dará vida y logrará la vida.

Tu voz llegará -yo lo sé, pero aún no lo sé-

empujará los pesados portales de la ciudad vieja,

anunciará su llegada y reclamará por el rey

producirá revuelo sobre la mortecina comarca.

Y el rey aparecerá a su encuentro,

extenderá su espada para ofrecer debida respuesta,

se establecerá diálogo de bisagras que se quiebran

y propenderá todo a fundirse al calor de nuevas formas.

No hay comentarios: