martes, 1 de septiembre de 2009

"La Luz del amanecer"

5770 años después. O 5350.
O quizás algún otra manera de contar el tiempo.
Pero hemos llegado todos juntos.
Me pregunto cuál habrá sido el peso del primer puntapié al aire que dio el Hombre. Y cómo esa energía ha quedado dando vueltas todo este tiempo.
O, por caso, ¿cuál habrá sido la influencia desencadenante del primer giro de rueda?
Sin dudas no podemos considerarlo, pero cada movimiento, aun el más leve pestañeo ha acumulado la porción de energía que se requería de él.
Y todos los movimientos juntos, toda la energía acumulada, para hacer estallar la Luz con que nos veremos algún próximo día beneficiados.
¿Cuántos movimientos realizamos durante el día? ¿Cuántas palabras decimos, cuántas letras escribimos...?
Claro, no tenemos dominio sobre cada uno de nuestros pequeños actos, pero en algún lugar se agregan, se acumulan. Hay algo así como un depósito de energías donde se suman segundo a segundo un arsenal incontable de fuerza en ascenso.
Imaginen a este depósito con una carga continua de gas. En algún momento estallaría por el aire...
¿Qué es nuestro universo, sino un enorme sistema de flujos de energía? ¿Y qué somos nosotros sino eso mismo?
Ahora bien: ¿será que habrá energías que suman y energías que restan? ¿Habrá una valoración de las energías, tanto para un lado como para su opuesto?
Y en ese caso: ¿se anularán unas con otras o habrá un depósito independiente para cada una de ellas? Imagino un depósito de energías negativas, cargado de un olor hediondo y de líquidos supurantes. Y un depósito de energías positivas, lecho de rosas y luces multicolor.
¿Y dónde se desecharán las energías negativas? ¿Habrá algo así como un inmenso basurero universal para eliminarlas, o serán escondidas debajo de alguna capa impermeable, a la manera de los rellenos sanitarios?
¿Y cómo estará el contador de energías, tanto positivas como negativas? ¿Estaremos llegando al tope de la disponibilidad del depósito o nos faltará aun más esfuerzos a realizar?
La última semana de agosto el país soportó temperaturas superiores a la media contemplada para la estación veraniega. Y estamos en invierno. Y no abarcó sólo un día; fueron 7 largos días... Esto provocó incendios, muertes de animales y la disminución de las exiguas fuentes de agua potable.
Me pregunto nuevamente: ¿Estaremos próximos a atiborrar la capacidad de acumulación de energía universal?

No hay comentarios: