lunes, 5 de julio de 2010

"Responsabilidad limitada"

Entró a su trabajo como todos los días, puntualmente a las 8 de la mañana.
Durante las primeras horas del día todo suele transcurrir con relativa calma, así que aprovechó para hacerse un café batido matizándolo con algunos bizcochitos de grasa traídos desde su casa, envueltos en una servilleta de papel.
De ahí en más se dedicó a esperar los llamados. Su equipo no necesitaba de revisión ya que es su costumbre dejar todo perfectamente alineado el día anterior, antes de retirarse. El traje plateado, la escafandra, los guantes y botas. La máquina. Todo estaba disponible para el primer viaje.
Generalmente, los llamados comienzan a partir de las diez de la mañana, aunque siempre hay un madrugador que se anticipa al grueso de los pedidos. Alguien a quien una noche en vela lo apremia a dar término a su urgencia…

Primer llamado:
-      - Hola, ¿hablo con la Oficina de Modificaciones?
-      - Sí señor, ¿en qué podemos servirle?
-      - Mire, necesito que se traslade hasta el 24 de octubre de 1961. ¿Es eso posible?
-      - Efectivamente. Nuestro rango de modificación abarca un siglo exacto.
-      - ¡Perfecto! Entonces, necesito que se dirija a la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de atrasar 15 minutos el reloj. Ese fue el tiempo que mi madre se retrasó y provocó que perdiera el avión que la trasladaría a Córdoba. Necesito cambiar mi lugar de nacimiento…
-      - Ajá. Aspectación de astros…
-      - Exacto. Necesito ver si podemos cambiar la influencia de Júpiter sobre la Quinta Casa.
-      - Estimado Señor, usted sabrá que nosotros no garantizamos los efectos de las modificaciones; tan sólo nos dedicamos a efectuarlas.
-      - Sí, lo sé; es que necesito imperiosamente que la carga se corra un poco porque está amenazando mi vida… Me temo que alguien planea asesinarme.
-      - Lo comprendo.
-      - ¿Cuánto tiempo demorará?
-      - En cuanto juntemos cinco pedidos de modificaciones emprenderemos la misión. Pero no se preocupe: su pedido será el primero de la lista.
-      - ¡Qué bien! ¡Le deseo suerte en la misión; de ello dependerá mi vida!
-      - Bien Señor. Esperamos serle de utilidad.

Segundo llamado (media hora después):
-      - Buen día. Necesito que viaje hasta el 14 de julio de 1985, a la ciudad de Córdoba.
-      - Bien, ¿cuál es la misión?
-      - Desearía que adelante 15 minutos el reloj del maquinista del tren proveniente de Buenos Aires, a fin de lograr que arribe 15 minutos antes a la estación.
-      - Muy bien; ¿motivo?
-      - Desengaño amoroso. Necesito sacarlo de mi vida, que nunca haya existido para mí...
-      - Entiendo, esperamos poder ayudarla. Pero sepa que nosotros sólo modificamos el tiempo; no podemos garantizar las consecuencias…
-      - Comprendo. Muchas gracias igualmente.

Tercer llamado (15 minutos después):
-      - Buen día. ¡Por favor, necesito que vayan cuanto antes a la Ciudad de Córdoba, el 14 de julio de 1985! ¿Podrían ir de inmediato?
-      - Sí, casualmente tenemos un viaje para la misma fecha…
-      - ¡Qué bueno! Necesito que atrase 15 minutos la hora en el reloj de la Estación Central de Trenes.
-      - Qué extraño… ¿Desencuentro amoroso?
-      - Sí... ese retraso provocó haber perdido la oportunidad de casarme entonces con el amor de mi vida. Tan sólo lo he encontrado recién hace seis meses... Pero ¿por qué le resulta extraño?
-      - No, es sólo que… Bueno, en definitiva nosotros procedemos a modificar el tiempo. Las consecuencias no…
-      - Sí, lo sé.
-      - Bien señora. Quédese tranquila, cumpliremos con su encargo.
   - ¡Muchas gracias! ¡El destino de toda mi vida dependerá de su misión!


Cuarto llamado (una hora después):
-      - ¿Oficina de Modificaciones?
-      - Sí, ¿en qué podemos ayudarlo?
-      - Mire, necesito que retrase 10 minutos el horario del cierre de ayer del local de venta de armas de la Avenida Corrientes…
-      - ¿Infidelidad?
-      - Sí, mi señora hace seis meses que me engaña con su novio de la juventud. Voy a liquidarlo.
-      - Muy bien, Señor. ¿Prefiere algún método para provocar el retraso?
-      - No, haga lo que crea conveniente. Necesito llegar para comprar una pistola calibre 38 y matarlo ahora mismo…
-      - Le recuerdo que nosotros sólo…
-      - … Modifican el tiempo. Ya lo sé. Hágalo ya.
-      - Bien, Señor.

Quinto llamado (dos horas después):
-      - ¡Hola! ¡Por favor, necesito que urgentemente retrasen el tiempo 10 minutos en un domicilio de la Ciudad de Buenos Aires!
-      - ¿Motivo?
-      - Suicidio por inhalación de gas. Acá dejó una nota; aparentemente se trataba de un paranoico que sospechaba que alguien quería asesinarlo. Soy el Jefe del Servicio de Paramédicos. ¡Nos demoramos 10 minutos porque nos quedamos dormidos y no pudimos salvarlo!
-      - Muy bien, tiene suerte. El suyo es el quinto llamado que recibimos y eso habilita el comienzo de la misión.
-      - ¡Qué bueno! ¡Hágalo cuanto antes, porque si no seremos tres familias sin trabajo!
-      - Ok, haré una excepción. Invertiré el orden de los pedidos y comenzaré primero con su caso.
-      - ¡Cuánto se lo agradezco!
-      - Por nada, Señor. Estamos para servirlo.

Al cortar la comunicación, él vistió su traje y accionó la máquina, ubicando el orden de las misiones tal como se lo había prometido al paramédico. Primero la quinta, luego la cuarta y así hasta por fin, cumplir con la primera misión.
Después de todo, él sólo se dedicaba a modificar el tiempo. Las consecuencias estaban fuera de su incumbencia.

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